Los gigantes y cabezudos son una tradición popular celebrada en muchas fiestas locales de Europa occidental y América Latina. La tradición consiste en sacar en desfile ciertas figuras a hombros, que normalmente representan a personajes populares locales o a figuras mitológicas, bailando y animando o persiguiendo a la gente que acude a la celebración.
Las figuras están realizadas en cartón-piedra o poliéster (o, más recientemente, fibra de vidrio) con un armazón de cañizo, madera, hierro o aluminio que se cubre con tela. Los "gigantes" (llamados gigantones en parte de España) tienen una altura desproporcionada, creando un efecto de nobleza, mientras que en los "cabezudos" (también llamados kilikis), de menor altura, se destaca la proporción de la cabeza, dando un efecto más cómico. También existen los "caballitos" (llamados "zaldicos" en Navarra), personajes mitad caballo (la cabeza, parte del disfraz) mitaz humano (resto del cuerpo).
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Gigantes y cabezudos muestran sus rostros grotescos y sonrientes, ridículos e irónicos. Bailes y melodías, representaciones alegóricas que dan a las ciudades aspecto de un gigantesco teatro en que actores y espectadores están inmersos en la fiesta popular.